viernes, 14 de octubre de 2011

VIOLENCIA ESCOLAR: UN PROBLEMA, DISTINTAS SOLUCIONES


     
 Por unas razones u otras, la violencia escolar parece “estar de moda”: no hay semana en que no aparezca una noticia en la prensa sobre el tema. Sin embargo, es un problema que afecta a todos los países, a todas las clases sociales, tanto a la escuela rural como a las grandes urbes. Pero sí elige un sexo, el masculino, como principal “generador” de esta violencia, mientras que apenas hay diferencias por sexo entre las víctimas. Las soluciones son complejas, pero nadie ha conseguido erradicarla por completo con una sola fórmula: lo que sí es habitual es que un centro encuentre un sistema propio y le vaya bien, pero su eficacia al ser “exportado” suele dejar mucho que desear.


      No hay semana en que los periódicos no toquen este tema: si no es agredido un profesor, un grupo de chicos acosa sexualmente a una alumna, o un grupo de docentes piden protección policial. Todo ello en España el mes pasado.

      Parece que después de los acontecimientos del año pasado –un año “negro” en cuanto a violencia juvenil– los periódicos muestran mayor sensibilidad para estos temas. Y es que, tras las peleas de bandas de Latin Kings en Carabanchel (Madrid), se produjo el asesinato de un alumno de 16 años cuando salió del centro a hacer fotocopias.

      Fue la vez en que España estuvo más cerca de una muerte intencionada dentro del centro escolar. Todavía ningún alumno ha matado a otro compañero intencionadamente, al contrario a lo ocurrido en otros países.

Otro problema seria:

Inestabilidad docente   
Otro de los factores que no ayuda a controlar la violencia es precisamente la inestabilidad de las plantillas: el problema es que los centros conflictivos acostumbran a tener sus equipos humanos llenos de interinos –docentes no funcionarios de la escuela pública que un año están en un sitio y otro en el de más allá–, que además de inexpertos (normalmente acaban de presentarse a una oposición y se han quedado cerca de sacarla) saben que no van a seguir en ese centro mucho tiempo.

      Porque no es habitual que centro de tales características tenga a personal funcionario, más curtido en lidiar con alumnos difíciles, que permanezca allí vocacionalmente. De hecho, algunas consejerías de Educación, como la navarra, han primado a aquellos que decidan quedarse en tales centros durante varios años.

      El sistema educativo es otro de los responsables del incremento o descenso de la violencia: por ejemplo, según una encuesta encargada por el Defensor del Pueblo en 1999, en colaboración con Unicef, y llevada a cabo por algunos destacados “logsistas” (partidarios de la Ley de Educación de 1990, llamada Logse, en vigor hasta 2003), el 45% de los docentes constataban un aumento “ligero” de la violencia en el centro en los tres últimos años, mientras que un 32% respondían que el aumento había sido drástico.

      Esta encuesta, repetida tres años después, sólo mostraba un aumento de la violencia moderado, aunque era raro el profesor que había notado un descenso de la violencia. ATT: BREYNER.



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