viernes, 28 de octubre de 2011

¿DE QUE HABLAMOS EXACTAMENTE CUANDO DESIMOS, VIOLENCIA ESCOLARv

las dificultades a las que nos enfrentamos al comenzar un analisis de la supuesta violencia en la escuela es a la de la imprecisión en el lenguaje. En efecto, no podemos considerar dentro de la misma categoría un insulto u otra falta más o menos leve de disciplina o, por ejemplo, un episodio de vandalismo o de agresión física con un arma. No obstante, existe una clara tendencia en la opinión pública y tal vez entre muchos profesores (quienes, no lo olvidemos, son los principales creadores de opinión sobre la enseñanza y los centros escolares) a «meter todo en el mismo saco» y a entender, de manera simplista, que se trata de manifestaciones distintas de un mismo sustrato violento que caracterizaría a los niños y jóvenes de hoy. A pesar de ello, puesto que muchos fenómenos no pueden considerarse propiamente como violentos, entiendo como más inclusiva y adecuada la expresión de comportamiento o conducta antisocial en las escuelas. Así, en mi opinión, son seis los tipos o categorías de comportamiento antisocial entre los que debemos diferenciar:

A: Disrupción en las aulas
B: Problemas de disciplina (conflictos entre profesorado y alumnado)
C: Maltrato entre compañeros («bullying»)
D: Vandalismo y daños materiales
E: Violencia física (agresiones, extorsiones)
F: Acoso sexual
La disrupción en las aulas constituye la preocupación más directa y la fuente de malestar más importante de los docentes. Su proyección fuera del aula es mínima, con lo que no se trata de un problema con tanta capacidad de atraer la atención pública como otros que veremos después. Cuando hablamos de disrupción nos estamos refiriendo a las situaciones de aula en que tres o cuatro alumnos impiden con su comportamiento el desarrollo normal de la clase, obligando al profesorado a emplear cada vez más tiempo en controlar la disciplina y el orden. Aunque de ningún modo puede hablarse de violencia en este caso, lo cierto es que la disrupción en las aulas es probablemente el fenómeno, entre todos los estudiados, que más preocupa al profesorado en el día a día de su labor, y el que más gravemente interfiere con el aprendizaje de la gran mayoría de los alumnos de nuestros centros.

miércoles, 26 de octubre de 2011

TIPOS DE VIOLENCIA ESCOLAR.



Los principales tipos de maltrato que podemos considerar se pueden clasificar en:

- Físico: como empujones, patadas puñetazos, agresiones con objetos. Este tipo de maltrato se da con más frecuencia en la escuela primaria que en la secundaria.

- Verbal: Muchos autores reconocen esta forma como la más habitual en sus
investigaciones. Suelen tomar cuerpo en insultos y motes principalmente. También son frecuentes los menosprecios en público o el estar resaltando y haciendo patente de forma constante un defecto físico o de acción. Últimamente el teléfono móvil también se está convirtiendo en vía para este tipo de maltrato.
-Psicológico: son acciones encaminadas a minar la autoestima del individuo y fomentar su sensación de inseguridad y temor. El componente psicológico está en todas las formas de maltrato.
-Social: pretenden ubicar aisladamente al individuo respecto del grupo en un mal estatus y hacer partícipes a otros individuos, en ocasiones, de esta acción. Esto se consigue con la propia inhibición contemplativa de los miembros del grupo. Estas acciones se consideran bullying "indirecto".
Sin embargo desde nuestro punto de vista creemos que la variedad de manifestaciones que adopta el maltrato participa de alguna manera de más de una de las modalidades señaladas anteriormente. Incluso alguna, como la dimensión de maltrato psicológico, estaría latente en todas ellas con diferente grado.
No hay que confundir estas situaciones con los típicos altibajos que se producen en las relaciones entre los alumnos, especialmente a lo largo de la etapa de la adolescencia y pre-adolescencia. Los conflictos y las malas relaciones entre iguales, los problemas de comportamiento o de indisciplina son fenómenos perturbadores pero no son verdaderos problemas de violencia, aunque pueden degenerar en ellos, si no se resuelven de una forma adecuada.

CARACTERSITICAS DE LA VIOLENCIA ESCOLAR O BULLYNG.

Hay una serie de aspectos que caracterizan el Bullying y que han venido señalándose a lo largo de las investigaciones que se han ocupado del tema. -Debe existir una víctima (indefensa) atacada por un abusón o grupo de matones.
-Debe existir una desigualdad de poder -"desequilibrio de fuerzas" entre el más fuerte y el más débil. No hay equilibrio en cuanto a posibilidades de defensa, ni equilibrio físico, social o psicológico. Es una situación desigual y de indefensión por parte de la víctima.
- La acción agresiva tiene que ser repetida. Tiene que suceder durante un período largo de tiempo y de forma recurrente. Olweus indica "de forma repetida en el tiempo" . La agresión supone un dolor no sólo en el momento del ataque, sino de forma sostenida, ya que crea la expectativa en la víctima de poder ser blanco de futuros ataques.
El objetivo de la intimidación suele ser un solo alumno aunque también pueden ser varios pero este caso se da con mucha menos frecuencia. La intimidación se puede ejercer en solitario o en grupo, pero se intimida a sujetos concretos. Nunca se intimida al grupo.
Más concretamente
· cuando un chico/a se mete con otro compañero insultándole, poniéndole motes, burlándose de él, amenazándole, tirándole sus cosas, pegándole o diciéndole a los otros que no se junten con él....
· cuando en el patio, en el recreo, en los servicios y en la propia clase sucede, a veces, que unos compañeros se burlan de su aspecto, se ríen de ellos, y luego dicen que ha sido jugando o que el otro es un quejita.
· cuando algunos chicos/as les dicen a los demás que no le hablen a otro, para que no tenga amigos, o le acusan de algo siendo mentira,..
· cuando un chico/a abusa de su fuerza o se pone “chulo” y se hace el “guay”, porque los demás les ríen las gracias,
· cuando un grupo de chicos/as levantan rumores falsos sobre otro, simplemente porque no quiere salir con ellos o no están dispuestos a hacer lo que ellos quieren.

viernes, 14 de octubre de 2011

VIOLENCIA ESCOLAR: UN PROBLEMA, DISTINTAS SOLUCIONES


     
 Por unas razones u otras, la violencia escolar parece “estar de moda”: no hay semana en que no aparezca una noticia en la prensa sobre el tema. Sin embargo, es un problema que afecta a todos los países, a todas las clases sociales, tanto a la escuela rural como a las grandes urbes. Pero sí elige un sexo, el masculino, como principal “generador” de esta violencia, mientras que apenas hay diferencias por sexo entre las víctimas. Las soluciones son complejas, pero nadie ha conseguido erradicarla por completo con una sola fórmula: lo que sí es habitual es que un centro encuentre un sistema propio y le vaya bien, pero su eficacia al ser “exportado” suele dejar mucho que desear.


      No hay semana en que los periódicos no toquen este tema: si no es agredido un profesor, un grupo de chicos acosa sexualmente a una alumna, o un grupo de docentes piden protección policial. Todo ello en España el mes pasado.

      Parece que después de los acontecimientos del año pasado –un año “negro” en cuanto a violencia juvenil– los periódicos muestran mayor sensibilidad para estos temas. Y es que, tras las peleas de bandas de Latin Kings en Carabanchel (Madrid), se produjo el asesinato de un alumno de 16 años cuando salió del centro a hacer fotocopias.

      Fue la vez en que España estuvo más cerca de una muerte intencionada dentro del centro escolar. Todavía ningún alumno ha matado a otro compañero intencionadamente, al contrario a lo ocurrido en otros países.

Otro problema seria:

Inestabilidad docente   
Otro de los factores que no ayuda a controlar la violencia es precisamente la inestabilidad de las plantillas: el problema es que los centros conflictivos acostumbran a tener sus equipos humanos llenos de interinos –docentes no funcionarios de la escuela pública que un año están en un sitio y otro en el de más allá–, que además de inexpertos (normalmente acaban de presentarse a una oposición y se han quedado cerca de sacarla) saben que no van a seguir en ese centro mucho tiempo.

      Porque no es habitual que centro de tales características tenga a personal funcionario, más curtido en lidiar con alumnos difíciles, que permanezca allí vocacionalmente. De hecho, algunas consejerías de Educación, como la navarra, han primado a aquellos que decidan quedarse en tales centros durante varios años.

      El sistema educativo es otro de los responsables del incremento o descenso de la violencia: por ejemplo, según una encuesta encargada por el Defensor del Pueblo en 1999, en colaboración con Unicef, y llevada a cabo por algunos destacados “logsistas” (partidarios de la Ley de Educación de 1990, llamada Logse, en vigor hasta 2003), el 45% de los docentes constataban un aumento “ligero” de la violencia en el centro en los tres últimos años, mientras que un 32% respondían que el aumento había sido drástico.

      Esta encuesta, repetida tres años después, sólo mostraba un aumento de la violencia moderado, aunque era raro el profesor que había notado un descenso de la violencia. ATT: BREYNER.